Colombia, un país rebosante de vida, guarda secretos en cada uno de sus ecosistemas. Mientras algunos de nuestros animales son mundialmente famosos, otros, igual de fascinantes, habitan en el anonimato para la mayoría.

Hoy, desde la perspectiva de un naturalista apasionado por la fauna colombiana, les presento a uno de esos tesoros escondidos: la Rata Arbórea de Cresta Roja, (Santamartamys rufodorsalis), un roedor que parece sacado de un cuento y que nos recuerda la extraordinaria biodiversidad que aún nos queda por descubrir y proteger.

Características físicas

La Rata Arbórea de Cresta Roja (Santamartamys rufodorsalis) es un roedor de tamaño mediano. Su rasgo más distintivo es su pelaje: es largo, denso y sumamente suave.

En el dorso, presenta una coloración que varía en tonos rojizos intensos, creando un contraste llamativo con los flancos y la cabeza, que lucen un naranja amarillento más pálido.

Lo que le da su nombre es una notoria cresta de pelo más largo ubicada en la parte superior de su cabeza, entre las orejas. Posee ojos grandes y oscuros, una adaptación clara a sus hábitos nocturnos, y largas vibrisas (bigotes) que le son esenciales para orientarse y explorar su entorno en la oscuridad.

Sus patas están bien adaptadas para la vida arbórea, permitiéndole moverse con destreza entre las ramas.

Rata Arbórea de Cresta Roja

Hábitat y Comportamiento

Este fascinante roedor es endémico de la majestuosa Sierra Nevada de Santa Marta, una sierra repelta de biodiversidad en el norte de Colombia.

Habita principalmente en los bosques montanos y subtropicales de esta serranía, en elevaciones que van desde los 700 hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar.

Es un animal estrictamente arbóreo, lo que significa que pasa la mayor parte de su vida en los árboles. Su actividad es nocturna; sale de su refugio al anochecer para buscar alimento y regresa antes del amanecer.

Su comportamiento es descrito como reservado y esquivo, lo que dificulta su observación en la naturaleza.

Dieta

La dieta específica de la Rata Arbórea de Cresta Roja aún no se conoce en detalle a través de observaciones directas en su hábitat natural.

Sin embargo, basándonos en lo que sabemos de otros roedores de la familia Echimyidae a la que pertenece, se cree que su alimentación se compone principalmente de materia vegetal.

Esto podría incluir una variedad de frutos, semillas, nueces y posiblemente hojas tiernas disponibles en los bosques donde habita.

Rata Arbórea de Cresta Roja

Reproducción

Al igual que muchos aspectos de la biología de esta especie, la reproducción de la Rata Arbórea de Cresta Roja es un tema sobre el que poseemos muy poca información.

No hay estudios detallados sobre sus ciclos reproductivos, el tamaño de las camadas, el período de gestación o el comportamiento de cuidado parental.

La escasez de avistamientos y la dificultad para estudiarla en su entorno natural han limitado la recopilación de estos datos fundamentales para entender su ciclo de vida.

Rata Arbórea de Cresta Roja

Estado de Conservación

La situación de conservación de la Rata Arbórea de Cresta Roja es crítica. Actualmente está catalogada como En Peligro Crítico (CR) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Esta designación refleja el alto riesgo de extinción que enfrenta en la naturaleza.

Las principales amenazas para su supervivencia son la constante pérdida y fragmentación de su hábitat natural en la Sierra Nevada de Santa Marta, impulsada principalmente por la expansión de la frontera agrícola y ganadera.

La presencia de especies introducidas, como los gatos ferales, también representa una posible amenaza debido a la depredación.

Su rareza intrínseca y su distribución restringida aumentan su vulnerabilidad ante estas presiones.

Curiosidades de la Rata Arbórea de Cresta Roja

  • Fue considerada extinta por 113 años antes de su redescubrimiento.
  • Su reaparición ocurrió en 2011 en la Reserva Natural El Dorado.
  • Su redescubrimiento fue un evento muy importante para la ciencia y la conservación.
  • Su historia destaca la importancia de proteger áreas como la Reserva El Dorado.

Preguntas Frecuentes

¿dejaremos extinguir este maravilla de la naturaleza?

Todas tus consultas te las respondemos ahora

Fue descrita científicamente a finales del siglo XIX, en 1899, por el zoólogo estadounidense J. A. Allen.

Se pensó que estaba extinta porque no hubo registros confirmados de avistamientos entre 1899 y 2011, un período de 113 años, a pesar de esfuerzos de búsqueda.

Sí, la Rata Arbórea de Cresta Roja es la única especie reconocida dentro del género Santamartamys, lo que la hace evolutivamente única dentro de los roedores.

No se conoce el tamaño exacto de su población, ya que es muy difícil de censar, pero se considera que es extremadamente rara y su número es probablemente muy bajo

Que sea endémico de la Sierra Nevada de Santa Marta significa que esta especie solo se encuentra de forma natural en esta región específica de Colombia y en ninguna otra parte del mundo.

Su redescubrimiento fue un evento muy importante porque confirmó que la especie no se había extinguido y reavivó los esfuerzos por estudiar y proteger tanto a la rata como a su amenazado hábitat.

Conclusión

La Rata Arbórea de Cresta Roja es un símbolo de la riqueza biológica de Colombia y, al mismo tiempo, un recordatorio de la fragilidad de muchos de nuestros ecosistemas.

Su historia, que pasó de ser considerada extinta a ser redescubierta, nos impulsa a seguir explorando y protegiendo nuestros bosques y las criaturas asombrosas que los habitan.

Conocer a animales como este nos ayuda a valorar la increíble biodiversidad que tenemos y la responsabilidad que conlleva conservarla para las futuras generaciones.

Picture of Gabriela Fernández Marín

Gabriela Fernández Marín

Gabriela Fernández Marín es una destacada bióloga ecuatoriana que ha dedicado su vida al estudio de los seres vivos y sus procesos vitales. Nacida y criada en Quito, pero de padres españoles, desde pequeña mostró un gran interés por la naturaleza y los ecosistemas, lo que la llevó a estudiar Biología en la prestigiosa Universidad Central del Ecuador.

Tras completar con honores su licenciatura, Gabriela decidió continuar su formación académica y se trasladó a México, donde cursó un doctorado en Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).